Los ecommerce han supuesto toda una revolución en la manera de vender, y pueden adaptarse a todo tipo de sectores. Pero antes de lanzar tu comercio electrónico de marca, echa un vistazo a estos pros y contras y piensa en cómo encajaría en tu negocio.
Pros del e-commerce
• Mayor alcance para tu negocio: con una tienda online, estarás automáticamente accesible desde todo el mundo aunque siempre tendrás que tener en cuenta a qué países puedes hacer envíos y a cuáles no. En cambio, las tiendas físicas tienen siempre un rango de alcance limitado por definición.
• Menores costes: montar una tienda online tiene un coste inicial muy bajo, sobre todo comparado con alquilar o comprar un local. Esto hace que las barreras de entrada sean mucho menores y que se puedan conseguir mejores márgenes que con una tienda tradicional.
• Disponible 24/7: la inmensa mayoría de las tiendas físicas están limitadas por un horario de apertura y cierre, y cuanto más tiempo estén abiertas, mayores serán los costes de personal. En cambio, los e-commerce nunca echan la persiana.
• Potencial de crecimiento: no hay límites a las personas que pueden “entrar” en tu ecommerce a la vez (siempre y cuando hayas contratado un buen servidor, claro), lo que permite que tu negocio pueda crecer.
Contras del e-commerce
• Dificultades para acceder a ciertos sectores: aunque las compras online son cada vez más populares, todavía hay sectores de la población que no están demasiado familiarizados con ellas y no se sienten cómodos comprando por internet, por ejemplo, las personas mayores.
• Es imposible ver, tocar o probar los productos: en los productos en los que las cualidades sensoriales son muy importantes o que requieren una prueba, como la ropa, el comercio electrónico introduce una barrera difícil de solventar. Podemos resolverlo parcialmente aportando descripciones detalladas, fotos y vídeos de los productos y teniendo una buena política de devoluciones.
• Problemas de confianza. Algunos usuarios siguen sin fiarse de los sistemas de pago electrónicos.
• Mayor competencia. Como las barreras de acceso al comercio electrónico son muy bajas, existen muchas más marcas que pueden abrir su propia tienda online. Por tanto, tendremos que hacer una cierta inversión de tiempo y recursos para destacar y ser visibles.